Por Claudia Poblete para Diario Financiero, 20 de diciembre de 2023.
Distintas coyunturas han afectado al sector asegurador en el segmento autos. La primera de estas comenzó durante la pandemia, cuando el valor de los automóviles nuevos subió cerca de un 25 %, lo que empujó también al alza el valor de los vehículos usados y de los repuestos, elevando los costos para el mercado asegurador.
La crisis de seguridad también afecta con fuerza al sector. Según datos de la Asociación de Aseguradores, a octubre de 2023 en el país se registraron 13.770 vehículos asegurados robados, lo que si bien representa un descenso respecto de las cifras registradas en 2022 (el peak indiscutido en la materia con más de 17.300 automóviles robados en todo el año), sigue siendo muy superior a los números que se manejaban históricamente en Chile, que estaban en torno a los 10.000 autos robados anualmente.
Para el presidente de la Asociación Gremial de Corredores de Seguros de Chile (ACOSEG), Nicolás Williams, advierte que se espera que el año cierre con cerca de 15.000 vehículos asegurados robados, con una tasa de recuperación muy baja, lo que ocasiona pérdidas cada vez más significativas para la industria. “Es una de las causales más importantes del aumento de los precios de los seguros de parte del mercado asegurador. El aumento del riesgo de robo empuja los precios al alza, como también lo hace el aumento de los precios de los autos y los repuestos”, explica Williams.
Con el objetivo de intentar contener las alzas en los costos relacionados a los robos y que, en consecuencia, los valores de los seguros no sigan aumentando, las aseguradoras han implementado medidas que permitan mitigar los riesgos, donde destacan la instalación de GPS –con el objetivo de aumentar la posibilidad de recuperación de los vehículos sustraídos– y el grabado de patentes en las ventanas para disuadir los robos al aumentar la capacidad de identificación de los automóviles.
También se ha innovado en el diseño de nuevos productos que den soluciones a los problemas que las personas están viviendo. Ejemplo de ello es la cobertura para víctimas de los llamados portonazos, que considera asistencia legal, auto de reemplazo para el período de reparación, o en caso de robo, seguro para las pertenencias sustraídas desde el vehículo, asistencia médica e incluso reparación in situ, buscando también acortar los plazos de restauración de los autos chocados.